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jueves, 24 de marzo de 2011
El cooperativismo como impulso económico
El Cooperativismo como impulso económico
Por: Kelvin José Santiago Rodríguez
Vicepresidente Future Business of America – PBL UPR Mayagüez
¿Qué es el cooperativismo?
Dentro de la filosofía del liderazgo, se puede abarcar muchos temas que abre el marco de lo que conlleva el liderazgo en diferentes facetas dentro del comercio y la economía. Hay un tema que no se puede obviar y que hay que tomarlo en cuenta por su filosofía y visión, que a través de la historia de la humanidad, ha aportado a la economía y a la sociedad en todo el mundo y en Puerto Rico, y ese tema es el cooperativismo.
Para explicar que es el cooperativismo se puede definir como una doctrina socio-económica que promueve la organización de las personas a satisfacer conjuntamente sus necesidades. Esta doctrina les da la oportunidad a personas de bajos recursos a desarrollar su empresa en conjunto con otras personas con el objetivo de contrarrestar la explotación de seres humanos por individuos o empresas dedicadas a obtener ganancias. Uno de los objetivos más importantes del cooperativismo es que el ser humano tiene un rol protagónico en la participación social para el crecimiento socio-económico dentro de su comunidad basados en sus valores y principios del ser humano. El cooperativismo es la puesta en práctica de los valores de igualdad, justicia, ayuda mutua, esfuerzo propio, honestidad, responsabilidad social, democracia, sacrificio y solidaridad.
El cooperativismo está compuesto por grupos o asociaciones autónomas agrupadas voluntariamente por personas para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales por medio de empresas que se controla en grupo, se controla democráticamente y sin fines de lucro llamado cooperativas.
El Cooperativismo y su aportación al desarrollo económico de Puerto Rico
En Puerto Rico existen diferentes tipos y categorías de cooperativas como lo son la transportación, farmacias, seguros, servicios múltiples y las de ahorro y crédito. En el caso de las cooperativas de ahorro y crédito, estas son las que mayor éxito han tenido y las de mayor presencia dentro del macro económico y financiero del país. Actualmente en Puerto Rico existen 119 sucursales alrededor de toda la isla dentro de las 132 cooperativas que existen en total. Entre ellas han acumulado alrededor de $6,240 millones en activos, representando apenas un 3% de total de activos del sector financiero en comparación con un 77% entre la banca comercial e internacional conjuntamente. Aun así, los servicios y beneficios financieros que ofrecen las cooperativas de ahorro y crédito son igual de atractivas para el consumidor puertorriqueño que pueden competir de tú a tú con la banca comercial.
Lo ironía histórica del cooperativismo en la economía puertorriqueña ha sido desde que se aprobaron sus primeras leyes en el 1946. El gobierno puertorriqueño dio mayor énfasis en el establecimiento de corporaciones manufactureras de capital extranjero. En el 1964, bajo la gobernación de Luis Muñoz Marín, propuso que el cooperativismo alcanzara un 25% del total de la actividad económica de Puerto Rico, tratando de imitar lo que hacían otros países latinoamericanos en esa época. Contradictoriamente durante el transcurso de esta década, su aportación es de solo 6% de la actividad económica del país.
Sin embargo, las nuevas leyes que regulan el cooperativismo han brindado mayor flexibilidad a las cooperativas. Todavía no han podido explotar ese potencial que el cooperativismo posee para que tenga una mayor participación protagónica en el desarrollo económico del país. Es una realidad que el cooperativismo tiene un gran potencial para impulsar la economía de Puerto Rico y lograr un rol importante en la creación de nuevos empleos, desarrollo de pequeños y medianos negocios presentados como cooperativas apoyados por el gobierno, la creación de consorcios cooperativos de manufactura para apoyar la inversión de capital puertorriqueño, mayor exportación de productos y servicios al exterior, eliminar sus limitaciones que le impone la ley para que exista una competencia equitativa con la banca comercial corporativa y que el Gobierno de Puerto Rico considere seriamente el cooperativismo como una alternativa viable para atender diferentes asuntos económicos del país.
El cooperativismo no solamente es una doctrina que promueve los diferentes valores sociales y culturales de un pueblo en busca de una mejor calidad de vida, sino que es una doctrina de visión socio-económica que puede impulsar todo su potencial en mejorar el sistema económico del país y encontrar un nuevo modelo de desarrollo económico del país que se encuentra inoperante y en busca de renovación. Lo que si hay que reconocer es que si el Gobierno de Puerto Rico, desde el principio, hubiera considerado seriamente el cooperativismo como parte de un modelo viable para la economía puertorriqueña, la historia hubiera sido distinta.
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